Esta vez tocaron labores de intendencia como diría el propio Andrés Montes, ya que el conjunto quintanareño apenas contaba con siete hombres y dos de ellos bastante mermados por procesos gripales, por lo que los alardes en ataque debieron dejarlos para otros partidos, y a base de trabajo y defensa (y aburrir un poco al aficionado) consiguieron doblegar al Caja Rural la Roda que luchó con las mismas armas (defensa) y al que dejaron en unos paupérrimos 46 puntos, aunque no por ello faltó la emoción ya que los rodeños incluso tuvieron opciones en los últimos minutos de darle la vuelta al marcador.

El partido no fue nada atractivo para el aficionado, bronco y de ritmo lento, con dos equipos con el mono de trabajo puesto y esforzándose y luchando cada balón y cada defensa, Olvidándose de la velocidad, el acierto y el espectáculo. Aunque no por todo ello careció de emoción ya que el Quintanar pese estar por delante todo el encuentro nunca se marchó en el marcador, además de reinar en el ambiente la rivalidad típica de un derbi con dos equipos que se conocían de memoria y con dos amigos dirigiendo los banquillos. 

También pudo tener algo que ver que ambos conjuntos llegaban mermados al choque ya que a los de Víctor Martínez les faltaba el verdadero motor del equipo Javier Julián, mientras que Jordi Casas tuvo que hacer jugar a Luis Verdeguer que había estado toda la semana sin entrenar con un proceso gripal, mismas condiciones que presentaba el base Aurelio Borsani, a los que además no podía casi ni dar descanso por la falta de sustitutos naturales y la poca profundidad de banquillo.

Por suerte para el Quintanar los "enfermos" dieron la talla y fueron los mas destacados de su equipo, en el que también se observó la evolución y mejoría respecto al principio de temporada de Alex Alcañiz. Además Sierra y Vayá como el resto de sus compañeros, espléndidos en defensa. Por parte rodeña el mejor fue el pívot Ramírez con 22 puntos, (24 consiguieron todos sus compañeros juntos), aunque con el beneplácito de Verdeguer que no luchó en el cuerpo a cuerpo en la zona por su debilidad física tras estar enfermo toda la semana.

En cuanto al desarrollo del juego poco mas que contar, y como muestra un botón: el segundo cuarto para olvidar, una sola canasta en juego de los visitantes (mas tres tiros libres) y los locales no fueron capaces de sentenciar el encuentro, con un ridículo 12-6 en 10 minutos, incluido ahí el triple conseguido desde el centro del campo por Borsani cuando la bocina y el reloj marcaban ya el camino a los vestuarios mientras volaba el balón.

Y no menos espectacular fue el último cuarto con un empate a 10, en el que por momentos parecía que ninguno quería ganar el partido (preocupándose mas de no perderlo). Aunque eso sí, sudaron los 15 hombres que salieron a la pista en un partido en el que las defensas no solo se impusieron a los ataques, sino que parecía el único arma de ambos conjuntos.

Al final la victoria se quedó en el Ángel Lancho y el Quintanar sigue escalando posiciones, colocándose ya en la sexta posición, por delante de La Roda, consiguiendo la tercera victoria consecutiva desde que llegara el base Aurelio y ya no hay miedo a subir el balón y pasar a campo contrario.