El Catalán Jordi Casas se encontraba sin equipo después de que en el mes de enero tuviese que dejar al CABA por motivos laborales, periodo que según el propio Jordi le ha venido muy bien para desconectar del mundo del baloncesto al que lleva ligado toda su vida.

Jordi creció en la cantera del Joventud de Badalona en la que permaneció quince años para después pasar un año por el TDK Manresa con ficha sub 18, aunque no llegó a debutar con el primer equipo en la liga ACB.

En la temporada 89/90 llegó a tierras manchegas, concretamente al CABA cuando el club albaceteño vivía su época dorada, un año después recaló en el Caja Rural la Roda donde permaneció 9 temporadas viviendo allí también los grandes momentos del club de su residencia. en 1999 fichó por el C.B. Quintanar en el que terminó su carrera como jugador, enlazándola con el inicio de su carrera como entrenador en el mismo Club.

En la primera temporada como jugador del Basket Quintanar consiguió proclamarse Campeón de 1ª Autonómica y conseguir por primera vez para el equipo conquense el ascenso a División Nacional, además que conseguir el trofeo de la Junta de Comunidades. Durante los años siguientes el Quintanar logró mantener la categoría y cimentar un equipo con el que mas adelante volvería a hacer historia, la temporada 2003/2004 significó el adiós de Jordi como jugador, aunque compatibilizó con las funciones de entrenador, cargo en el que viviría las tres temporadas siguiente tres fases de ascenso consecutivas a liga EBA de 2004 a 2006.

Su excelente trayectoria como técnico en el Quintanar le supuso el salto al CABA Albacete 19 años después de anterior paso por el club como jugador. En el CABA siguió con su excelente carrera como técnico ya que consiguió en sus dos primeros años de nuevo llegar a la fase de ascenso, (cinco en total consecutivas, contando las de Quintanar) teniendo como premio final es deseado Ascenso a liga EBA en 2008. La pasada temporada la inició precisamente en esa nueva categoría con el CABA pero por el mes de enero tuvo que dejar el banquillo albaceteño por motivos laborares, ya que fue trasladado a Villarrobledo y no podía compatibilizar el trabajo y el equipo.